La Indulgencia Plenaria

Indice

  1. Cómo nace la indulgencia

  2. Qué es la indulgencia

  3. Cómo se obtiene la indulgencia

  4. La indulgencia en el Jubileo

En el ámbito religioso católico, el término "Indulgencia" denota una doctrina y una práctica que se refieren a la capacidad de la Iglesia para interceder por los fieles, aliviando las penas temporales que corresponden a los pecados, una vez que la culpa ha sido perdonada. Este concepto se basa en dos aspectos distintos del pecado: la culpa y la pena. Mientras que la culpa se remite con la confesión sacramental, la indulgencia se dirige a la pena temporal, es decir, aquella reparación o purificación residual que persiste después del perdón.

indulgenza plenaria manifesto basilica san giovanni in laterano
indulgenza plenaria manifesto basilica san giovanni in laterano

Cómo nace la indulgencia

La indulgencia plenaria es un eco de un tiempo en el que la espiritualidad y la práctica eclesial estaban íntimamente entrelazadas con los acontecimientos humanos, donde cada acto religioso reflejaba una comprensión más profunda de la redención y de la penitencia. Al inicio de la historia cristiana, la penitencia no se trataba de un mero rito personal, sino de un camino público de purificación, una marcha solemne hacia la reconciliación con Dios y la comunidad de los fieles.

En las primeras comunidades cristianas, los penitentes vestían sacos y se esparcían ceniza, símbolos tangibles de su deseo de conversión. La penitencia pública era severa, a menudo larga y dolorosa, reflejando una fisicalidad que buscaba purificar el alma a través del cuerpo. Estas prácticas antiguas estaban arraigadas en una teología que veía el pecado como una mancha sobre toda la comunidad, no solo sobre el individuo.

Sin embargo, a medida que pasaban los siglos, especialmente entre los siglos X y XI, la Iglesia comenzó a evolucionar estas prácticas penitenciales en lo que hoy conocemos como el sistema de indulgencias. La idea de que la Iglesia podía interceder y aliviar la pena de los penitentes se difundió rápidamente. Esto no fue un simple cambio de doctrina, sino una transformación en la comprensión de la misericordia divina: la Iglesia, como Cuerpo de Cristo, podía ofrecer a través de sus llaves, no solo la remisión de los pecados, sino también la liberación de las penas temporales, por ejemplo, a través de actos devocionales como la oración, las obras de caridad y el peregrinaje hacia lugares sagrados.

Este desarrollo reflejaba una profunda confianza en la Iglesia como mediadora de la gracia divina, un punto de encuentro entre lo divino y lo humano, capaz de dispensar misericordia con autoridad. La bula del Perdón del papa Celestino V, emitida en 1294, marca un punto de inflexión histórico en esta evolución. Con este acto, el pontífice no solo extendió la indulgencia plenaria a todos los fieles que visitaran la basílica de Collemaggio en las fechas establecidas, sino que estableció un precedente de inclusividad y accesibilidad. Su decisión fue revolucionaria: la gracia divina y la remisión de las penas temporales ya no se restringían solo a unos pocos elegidos o a prácticas privadas, sino que estaban disponibles para cada estrato social, para cada fiel dispuesto a emprender el camino hacia el arrepentimiento.

Qué es la indulgencia

La indulgencia se divide en dos tipos: parcial y plenaria. La indulgencia parcial reduce parcialmente las penas temporales, mientras que la plenaria las elimina completamente. La plena expresión de esta gracia se fundamenta en raíces históricas y teológicas profundas, evolucionando desde las prácticas de penitencia pública de las primeras comunidades cristianas hasta convertirse en una manifestación madura de la misericordia eclesiástica.

El Perdón de Asís representa uno de los ejemplos más elocuentes de indulgencia plenaria en la actualidad. Cada año, el 2 de agosto, fieles de todo el mundo se congregan en la pequeña Porziuncola, ubicada dentro de la basílica de Santa María de los Ángeles, para recibir el "Perdón de Asís", una indulgencia plenaria que, según la tradición, fue concedida por Cristo mismo a San Francisco.

Cómo se obtiene la indulgencia

Para obtener una indulgencia, los fieles están llamados a realizar determinadas prácticas devocionales, establecidas por la Iglesia, que típicamente incluyen la Confesión Sacramental, la Comunión Eucarística, la Oración por las Intenciones del Papa y una acción específica, como una obra de misericordia o un peregrinaje.

La Confesión es el primer paso fundamental en el camino hacia la indulgencia plenaria. El sacramento de la reconciliación, por medio del cual el penitente recibe el perdón de los pecados, prepara el alma para recibir la plena misericordia de Dios. La Comunión eucarística, que sigue a la Confesión, es el alimento espiritual que une al fiel con Cristo y con el Cuerpo místico de la Iglesia. Finalmente, la Oración por las intenciones del Papa simboliza la unidad con la Iglesia universal y su pastor terrenal.

Los siguientes son los pasos necesarios para obtener una indulgencia, según lo indicado en el Manual de Indulgencias:

  • Confesión Sacramental: Es necesaria una sincera confesión de los pecados, con el corazón arrepentido y la voluntad de reforma. El Manual aconseja que esto ocurra dentro de los veinte días antes o después de la acción que da la indulgencia.

  • Comunión Eucarística: Es indispensable participar en la Santa Misa y recibir la Eucaristía. Este paso debe llevarse a cabo, idealmente, el mismo día en que se realiza la obra que otorga la indulgencia.

  • Oración por las Intenciones del Papa: Rezar un Padre Nuestro y un Ave María por las intenciones del Santo Padre, como muestra de comunión con la Iglesia universal y su cabeza visible.

  • Obras de Misericordia: Realización de obras de misericordia, como visitar a los enfermos, ayudar a los pobres, o dedicar tiempo al servicio de la comunidad. Estas obras pueden realizarse en distintos momentos, no necesariamente todas a la vez.

  • Ausencia de cualquier apego al pecado, incluso venial: Este requisito, que a veces se malinterpreta o se subestima, es fundamental. Requiere un corazón completamente libre de afecto hacia el pecado.

  • Obras Específicas: Estas pueden incluir el peregrinaje a lugares sagrados, la participación en retiros espirituales u otras prácticas devocionales establecidas por la Iglesia para el Jubileo.

La indulgencia en el Jubileo

Con ocasión del Jubileo, la indulgencia adquiere una dimensión especialmente celebrativa y universal. El Jubileo, en efecto, se celebra con diversas iniciativas y tradiciones, una de las cuales es la apertura de la Puerta Santa en las basílicas de Roma y en otras iglesias del mundo. Cruzar la Puerta Santa durante el Jubileo se realiza como un acto simbólico de gran significado espiritual, estrechamente vinculado al concepto de indulgencia, y uno de los momentos más destacados de la peregrinación jubilar.

La indulgencia es un sacramento que permite a los fieles expresar y reforzar su compromiso espiritual, actuando como un puente entre la misericordia divina y el camino de fe de cada individuo. Durante un Año Santo, esta práctica se intensifica y se convierte en un foco central para los fieles, quienes participan en peregrinaciones y cruzan la Puerta Santa como una expresión tangible de su búsqueda de gracia y renovación espiritual.